Tras haber trabajado con diversos backlines y configuraciones así como todo tipo de amplificadores, la sala ha adoptado un sistema de sonido que, por la forma, aforo y condiciones acústicas del local, se ha manifestado como la más idónea, (tanto para la experiencia del músico como para la de la audiencia). El sistema se resume en apostar por simuladores de amplis directos a mesa y bajo por línea obteniendo la escucha a través de monitores de escenario y de esta manera, también poder repartir el sonido por toda la sala más homogéneamente.

Para asegurar la mezcla óptima de este sistema hemos añadido a la batería unos mufflers en caja y bombo que amortiguan los armónicos y reducen ondas estacionarias y los famosos ¨rebotes¨ por la sala.

El resultado es un sonido equilibrado a lo largo de todo el local con la mayor calidad posible, evitando distorsiones y descompensaciones típicas en salas medianas y pequeñas.

Es por ello que no se puede traer backline y equipamiento propio, con ello nos referimos a amplificadores en general (guitarra, bajo, teclado) y al set de batería (excepto platos, pedal de bombo o stands que sí se permiten, aunque la sala dispone de ellos).